Uruguay es un país que no cuenta con petróleo y tiene un mandato a cuidar sus recursos hídricos, la energía eólica es la elegida para contener la demanda energética y ofrecer sostenibilidad a los habitantes.
La Política Energética de Uruguay 2005-2030 trazó el camino para aprovechar las energías renovables. Estudios remarcan que esta política fue rentable en la mayoría del país.
Por otro lado, la Dirección de Energía entabla diálogos con el sector privado para hacer baterías y hasta vehículos eléctricos, que salgan al mercado con precios competitivos frente a los coches con motor a combustión. Todo esto con la finalidad de disminuir el consumo de combustibles fósiles. Sigue leyendo en el Cronista.