En este artículo se pretende clarificar el desarrollo de las relaciones entre el Imperio romano y la Iglesia católica durante la vida de san Agustín (354-430). Se pone especial énfasis en las motivaciones político-religiosas de los emperadores romanos de esa época, así como en el aspecto político-social de algunas controversias doctrinales en el seno del cristianismo (herejías).
Autor:
Roberto Jaramillo Escutia
Número de revista:
120