Para México, lograr una transición hacia una economía más eficiente, menos contaminante y menos intensiva en el uso de recursos naturales representa un pilar para poder conseguir un desarrollo sustentable.

Al presentar su contribución prevista y determinada a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) en París, México se comprometió de manera no condicionada y voluntariamente a reducir al año 2030, comparadas con un escenario “business as usual”, el 22 por ciento de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el 51 por ciento de sus emisiones de carbono negro.